SEXUALIDAD SANA
EL AUTOCONOCIMIENTO Y AUTOCONTROL- CAMINO HACIA UNA SEXUALIDAD SANA
Por: Natalia Pataquiva
بسم الله الرحمن الرحيم
En un
mundo altamente sexualizado, en donde para vender cualquier artículo se usa a
una mujer desnuda como estrategia de marketing, debemos estar alertas y no
permitir que nuestra mente se amolde a este sistema, el conocimiento de nuestra
religión, de nuestro cuerpo, nuestros deseos y el autocontrol ejercido sobre
estos jugarán un papel clave en nuestros actos ante Allah (alabado sea su
nombre), y las bendiciones o castigos que nos esperen en la otra vida.
¿Por
qué es tan importante la sexualidad? Una sexualidad sana permite el desarrollo
y desempeño eficientes del ser humano, aunque hay que tener claro que ésta no
solo implica el acto sexual en sí, sino también el comportamiento que tenemos
hacia nuestro propio cuerpo, la pureza del mismo, el autoconocimiento, reconocer
nuestras pasiones y deseos, la manera de actuar frente a determinados estímulos
y compañías, etc. Nuestra sexualidad influye en todos los aspectos de nuestra
vida desde que nacemos hasta que morimos.
Al
tener tanta importancia en nuestro desarrollo como seres humanos debemos
implantar AUTOCONOCIMIENTO, conocer nuestros gustos, fortalezas, y debilidades,
además, este viene directamente ligado con el AUTOCONTROL el cual nos permitirá
tomar cartas sobre el asunto como por ejemplo: bajar la mirada, cuidar el oído,
y demás partes de nuestro cuerpo que puedan versen afectadas, se debe recordar
que la fornicación es solo una confirmación de las partes íntimas de la
fornicación de las otras partes del cuerpo. El autoconocimiento y autocontrol debe
ser una característica de los musulmanes para controlar los deseos.
Un aspecto
importante a destaca
r además de los anteriores es la pureza del cuerpo, lo cual es sumamente importante para desempeñar los actos de adoración, por ejemplo la purificación ritual antes de orar, la ablución mayor después de una relación sexual y después de la menstruación. Nuestro amor por Allah (exaltado sea) se verá reflejado en la calidad de nuestras abluciones también. Es tan significativo este tema que nuestro Profeta Muhammad (Paz y bendiciones sean sobre el) nos dejó muchos hadices al respecto, lo cual es prueba lo presente que debemos tenerlo en nuestro diario vivir.
Además
de la pureza nuestro profeta Muhammad (paz y bendiciones sean con él) nos
transmitió la naturalidad de la sexualidad en el islam, y eso es evidente en
los muchos escritos al respecto, era un tema abiertamente dialogado dentro de
un marco de respeto mutuo y pudor, aunque se debe entender que en el islam el conocimiento
de este tema es una obligación para ejercer en la vida tranquilamente sin
tabúes al respecto de lo que se puede y no hacer; y no se debe hablar
solapadamente ya que puede conllevar a malas interpretaciones y cargas que no son
necesarias llevar.
Según
las circunstancias de cada persona ya sea soltera u otra casada, existen normas
respecto a su sexualidad, por ejemplo la persona que se encuentra soltera debe
adquirir conocimiento sobre sobre lo que le es permitido y no hacer en su
estado, aprender que otras opciones para controlar el deseo tiene como por
ejemplo el dicker, el ayuno, dua. Debe darle gracias a Allah (alabado sea su
nombre) ya que permanecer soltero es una bendición, porque permite al individuo
conocerse así mismo en estado de soledad, su propio yo, sus deseos y pasiones,
sembrar autocontrol y paciencia, esto le permitirá a la hora de tener un cónyuge,
llegar con una madurez mayor para un matrimonio.
Para
concluir debemos reflexionar acerca de que Allah (alabado sea) desea lo mejor
para nosotros, y quiere que vivamos una vida integra y en paz, debemos
agradecer por tan maravillosos consejos y guía que nos da para todos los
aspectos de la vida por medio del sagrado Corán y la Sunna, sin lugar a duda el
seguir las enseñanzas de nuestro profeta Muhammad (paz y bendiciones sean sobre
el) nos permitirá una vida plena y tranquila, una vida con verdadero amor, no
un amor enfermizo de los que nacen del deseo y en haram, sino un amor puro,
sano, donde existe sensualidad y sexualidad lícita, en la cual la comunicación
y la misericordia crece a borbotones. Este es el amor que da nuestro creador,
un amor que cura, sana, da belleza, alegría, el amor de una familia bendecida
por Allah (alabado sea su nombre).
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