DAWD HERRERA
HAY GENTE ASÍ
Por Sherezade
Salamu aláikum wa rajmatul-lahi wa barakátuh
"Mi sendero ha sido un camino largo, con
muchos altibajos, pedazos suaves, otros no tanto, al grado que han herido, no
solo mis pies, mis manos, cabeza cuerpo y brazos..... ¡También mi corazón que
varias veces han destrozado, al igual que mi alma roto en mil pedazos! Aljamdulil-lah,
soy y siempre seré un hombre multiusos y práctico, pues aprendí en este largo
caminar, el arte de remendar y reparar lo dañado, con un poco de astucia, un
poco de amor, artilugios, pegante y retazos.
... Aljamdulil-lah siempre pienso en mí y
me veo en mis sueños, como el muñeco de la canción infantil ... ¡Pinocho!... Sí,
ese lindo muñequito de madera, que terminó hecho pedazos mal herido, ¡pero
luego resurgió y logro su deseo prometido!
Aljamdulil-lah por las cosas buenas y
malas que he vivido, de las buenas por sus bendiciones y por las malas por sus
lecciones y enseñanzas... Pero bueno, sigo aquí vivo, en la lucha, corrigiendo
mis errores y sinsabores, aprendiendo, aljamdulil-lah, de mis lecciones y
errores, esperando un día, in cha Al-lah, estar rodeado de aquellos que me aman
y valoran por quien soy, como soy, ¡in cha Al-lah! y alejado y protegido de los
males de este mundo, de lo visto y de lo que no se puede ver, ¡in cha Al-lah! ¡¡Amín!!
Att: Gabriel David Herrera Escobar, Dawod
Abdul Ghafur Al Colombi... (Dawod Al Colombi)”
Lo escribió el 21 de agosto de 2015
Esta semana murió un hermano muy querido por mí, Dawod
Herrera (Rajimajul-lah), un musulmán comprometido con la comunidad que hizo
muchas buenas acciones y estuvo dedicado a la dawa, la difusión del
Islam. Su muerte me ha entristecido muchísimo pues, aunque la esperaba, no deja
de ser una persona maravillosa quien se ha ido.
Su historia de dawa está llena de esperanza, energía,
trabajo, dedicación y decepción. Haciendo dawa en una zona selvática lo pico un
mosquito trasmitiéndole malaria, pero fue un tipo de malaria muy agresivo que
lo indujo a un coma; los doctores ya descartaban su recuperación y le decían a
la familia que si se levantaba lo más probable era que sus funciones motoras y
motrices, al igual que el funcionamiento de órganos, fueran malos. A los siete
meses, Al-lah le regaló salud a nuestro hermano y Dawod se despertó, no solo
eso, al mes ya estaba de pie, entero y lúcido (aljamdulil-lah). Cualquiera con
esta experiencia se hubiera dedicado a su casa, su familia, trabajar por
sustento, pero no Dawod, él siguió en su empeño de hacer dawa, abandonando todo
por la causa de Al-lah.
Él, con mucho esfuerzo y con dinero de donaciones
y de su propio bolsillo, había fundado la Mezquita de Dos Quebradas (Pereira),
lugar de reunión de musulmanes en esa ciudad, que era donde residía. Él lo hizo
con mucho cariño, pero debido a su enfermedad y problemas entre la misma
comunidad, el lugar finalmente cerró.
Un tiempo después, nuevamente creó una mezquita,
esta vez en el centro de Pereira con dinero suyo, duró un par de meses nada más,
pues las personas no asistían. Él no se dio por vencido y para evitar los
gastos siguió reuniendo a la comunidad en su casa, donde solo llegaban máximo cinco
personas. Allí mismo, aprovechando que tenía una amplia zona verde, realizaba
la celebración del id ul adja.
Cuando el Chaij Isa García publicó en Facebook la
noticia de su muerte, muchos hermanos y hermanas hicieron duá por él, pero no
faltó el que sin modales y demostrando la clase de persona que es, escribió: “Un
wahabi menos”.
Es inenarrable la rabia que sentí al ver eso, y
luego la tristeza que me invadió, lloré mucho rato y decidí escribir esto, pues
Dawod es un ejemplo para los divulgadores del Islam en Latinoamérica, no solo
por su esfuerzo, dedicación y vocación, por su búsqueda constante de
conocimiento, sino también por los problemas que tuvo que enfrentar: él, que se
esforzó tanto por nuestra religión, también fue víctima de escándalos, difamaciones
y problemas incluso en su vida privada por cuenta de los chismes y nunca
¡NUNCA! se dio por vencido. Ha sido una de las personas que yo más he querido,
y nunca estuvimos de acuerdo en nuestros debates, tenemos puntos de vista diferentes
sobre la dawa, y aun así él jamás fue grosero, jamás quiso imponer su voluntad.
Muchas veces los divulgadores del Islam se
desaniman al ver que sus esfuerzos son recompensados con malas actitudes, grosería
y hasta dificultades al estar en el centro del huracán en una comunidad, pero esto
no es problema, desde que su intención sea pura y monoteísta, las bendiciones
que ganan siguen intactas.
El sueño de Dawod fue poder estudiar el Islam y algún
día llegar a ser Chaij, en una de las últimas conversaciones que tuvimos me
dijo lo siguiente: “Ya tengo el cupo en Medina (la universidad islámica), tengo
el patrocinador para los pasajes, solo me falta un riñón.”
Subjana Al-lah, cuántos tenemos nuestra salud,
nuestro tiempo, ¿en qué los gastamos?
Ya no me preocupan los despropósitos que Dawod tuvo
que soportar, ni las malas palabras que ahora pronuncian algunos, son más
bendiciones que el hermano acumula allá en la tumba, que Dawod sea ejemplo para
todos los que quieren una comunidad islámica en su comunidad.
Allahumma agfir lahu war jamahu, wa .aafihi, wa.afu anhu wakrim nuzhulahu
wa wassi. mudJalahu, wagsilhu bil maa.i waz zalyi wal baradi, naqqihi minal
JaTTaaiaa kamaa naqqaita zauba al ábiaD mina addnasi, abdilhu dáaran Jeiran min
dáarihi wa ahlan Jeiran min ahlihi wa zhauyan Jei-ran min zhauyihi, wa adJilhul
yannata, wa a’idhhu min ’adhaabil qabri wa ’adhaabin naar.
Señor nuestro, perdónale y tenle misericordia,
exímelo, absuélvelo, y otórgale un lugar honorable, amplía su entrada (al Paraíso)
y lávale con agua, nieve y granizo, purificándolo de sus pecados, como se
purifica la vestimenta blanca de las impurezas, cámbiale su morada por una
morada mejor, y su familia por una familia mejor, y su esposa por una esposa
mejor, introdúcelo en el Paraíso y protégelo de las tribulaciones de la tumba y
del tormento del fuego.
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